La Moyugba está constituida por rezos e invocaciones en la que se pide la protección y la bendición de los difuntos de una persona, sean estos familiares consanguíneos o de su familia religiosa.La Moyugba está constituida por rezos e invocaciones en la que se pide la protección y la bendición de los difuntos de una persona, sean estos familiares consanguíneos o de su familia religiosa. Se hace una relación de todos los familiares y parientes difuntos. A ella se agrega una relación de amigos y otras personas que le hayan hecho el bien desde que era niño; a esa relación se pueden agregar los nombres de personas difuntas que hayan sido importantes o célebres en el oficio, la profesión o los gustos que usted admire. Otra parte de la Moyugba esta constituída por todos aquellos seres que le han sido señalado a uno en las misas espirituales y por los difuntos de su familia religiosa de Osha-Ifá.
Entonces cada vez que uno va ha hacer algo religioso, uno menciona a esos difuntos pidiendo por cada espíritu, que tenga Luz, Progreso y Evolución Espiritual y que el resplandor de ellos lo asistan a uno.
Hay muchas maneras de hacer esta acción.
Por ejemplo, "pido la bendición de Fulano de Tal, que tenga Luz, Progreso y Evolución Espiritual y que el resplandor de él me proteja".
Antes de comenzar la Moyugba es común decir quién es uno y cada cierto intervalo, lo repite nuevamente.
En la Moyugba uno también puede pedir la bendición y la protección de los Espíritus de su padrino o de quien a usted la atiende religiosamente.
La persona puede ir haciendo sus peticiones o narrando sus problemas, pero debe ser concreta y humilde en relación a lo que pide y darse cuenta de cuáles son las cosas que uno tiene que hacer, porque esas no la hacen los espíritus.
Yo, sobre todo, pido tener fuerza y voluntad para resolver los problemas que se me presentan y siempre pido salud. Pero cada cual puede experimentar y tener su propia experiencia de cómo funcionan con él los espíritus.
La palabra Moyugba proviene del Yoruba emi - Yo; ayugba - saludo =Yo te saludo. Cada vez que hacemos cualquier rito, o acto de adoración en la religión Yoruba de la diáspora lo iniciamos con omi tuto, una libación de agua fresca. Mientras hacemos la libación se dice lo siguiente.
Omi fun egun, omi fun ile, omi fun gbogbo keke timbelaye timbelese Oloddumare. Omituto, ona tutu, tuto laroye, tuto ile tuto ariku babawa.La moyugba se divide en tres partes. La primera inicia con un saludo a Oloddumare, llamándolo por todos los nombres con el que es alabado, en un acto que reconoce al Divino Creador y su omnipotencia. Aunque a menudo es citado como una deidad silente y distante, en la tradición Osha Ifa cubana, Oloddumare debe ser reverenciado en todos los rituales, dado que sin el Dios Supremo nada es posible.
Después de rendir homenaje a Oloddumare, rendimos tributo a dos ancestros que jugaron un papel importante en el esquema de la religión Yoruba o Lucumí. Que son Asedá (Ashedá) y Akodá; quienes fueron los dos primeros discípulos de Orunmila, y lo ayudaron a diseminar la palabra de Ifa y su sabiduría a toda la humanidad.
Continuamos rindiendo homenaje al tiempo. Reconocemos en el pasado, el presente y el futuro, al indispensable testigo de los minutos de viaje de la humanidad a través de la real existencia y entonces pedimos por la existencia continuada del mundo y nuestra especie.
Después, rendimos tributo a nuestra madre (Iyatobi) y padre (Babatobi), los dos seres más esenciales, sin los cuales no podríamos obviamente existir. Un pueblo muy orientado a la familia, el Yoruba y sus descendientes, dan gran importancia y respeto a sus progenitores a quienes adoran durante su vida y continúan adorando aun después de la muerte. En efecto nuestros padres son tan sagrados como cualquier Orisha.
Cuando se rinde homenaje a Ara - la Tierra; el cuerpo físico del planeta- el Ile- el suelo que pisamos tanto como la casa donde vivimos. Como un observador silente, este planeta nos provee de nuestra existencia y es el receptor eventual de todas nuestras acciones. El Ilé nos da vida, nos nutre a través de toda nuestra existencia y después de nuestra muerte la nutrimos a ella con el cuerpo que ella sustento durante años. Como conocemos el Olorisha no puede ser cremado, sino que debe retornar a la tierra que lo proveyó.
La segunda sección de una moyugba consiste de los saludos a nuestros ancestros। Los ancestros son denominados Egúngún o Egún. Estos no deben confundirse con Arao rún (Araonú) ciudadanos del cielo; o los Iwin - Almas errantes que vagan por la tierra. Egungun son aquellos espíritus que están relacionados con nosotros por la sangre y a través de nuestra ascendencia de Orishas. Todos los otros son Ara orún.
Los Iwin son entidades negativas, usualmente espíritus de personas que han muerto antes de su debido tiempo, por suicidio o a través de la influencia de brujerías o encantamientos. Aunque no es una práctica ortodoxa, hay Olorishas que rinden homenaje en sus Moyugbas a sus guías espirituales. Esto es un error. Estas entidades son reconocidas en un segmento particular y generalizado de la Moyugba, y no deben ser incluidos entre nuestros Egún porque ellos simplemente no son Egún. Ara orún como veremos son reconocidos en la estrofa final del segundo segmento cuando decimos:
Moyugba gbogbo wán olodó araorún, oluwó, iyalosha, babalosha, omó kolagbá Egún mbelése Olodumare.
Los Yorubas consideran a los ancestros tan importantes y sagrados como los Orishas y merecedores del mismo respeto. En efecto, Los Egun completan al Orisha como se aclara en el proverbio Ikú lóbi osha (El muerto parió al Santo).
En esta etapa en la Moyugba, unos ancestros son llamados para que nos ayuden en la propia ejecución de las Ceremonias y ofrezcan su apoyo y sabiduría para el beneficio de los presentes. Después tenemos que saludar a los devotos de Egungún, cuando rendimos homenaje a aquellos ancestros que acompañan a nuestros primeros iyalorishas - madrinas; babalorishas -padrinos; oyugbona- segunda madrina, la asistente de la iyá o babalorisha en ese orden y después todos aquellos presentes dentro de la casa.
La tercera parte y final consiste de un rezo a Oloddumare y a todas las otras entidades que llamamos antes para que ellos aseguren el bienestar de los devotos, de su compañera en la vida y de todos aquellos que puedan estar presentes. Los rezos se dicen para que no llegue el daño a ninguno de los presentes y para que no los aflija el infortunio que no esté dentro del destino escogido.
Moyugba
Moyugba Olofín, Moyugba Olorún, Moyugba Oloddumare
Olorún Alabosudayé, Alabosunilé
Olorún Alayé, Olorún Elemí
Moyugba Ashedá, Moyugba Akodá
Moyugba ayaí odún, oní odún, odún olá
Moyugba babá, Moyugba yeyé
Moyugba ará, Moyugba ilé
Moyugba gbogbowán olodó araorún, oluwó, iyalosha, babalosha, omó kolagbá Egún mbelése Oloddumare
Omi tuto, ona tuto, ilé tuto, owo tuto, omó tuto, tuto nini, ariku
babawa. Omi fun Eggun, omi fun ilé, omi fun Olorun. (Mientras se dice esto se rocia agua en el piso con los dedos)
Araorún, ibá é layén t’orún (Nombres de los egun uno a uno, conocidos por el oficiante a lo que los presentes responden una y otra vez) ibá é
Después de saludar a todos los ancestros conocidos o reverenciados de acuerdo a la tradición del ascendente del Olorisha, el sacerdote dice:
Ibá é layén t’orún gbogbó Egún araorún orí emí naní (Se menciona el nombre propio en reverencia a nuestros ancestros)
Ibá é layén t’orún gbogbó Egún araorún orí iyalorisha emí (aquellos que acompañan a la iyalorisha - madrina -o babalorisha - padrino)
Ibá é layén t’orún gbogbó Egún araorún orí Ojigbona emí (Los de la Oyugbona)
Ibá é layén t’orún gbogbó Egún araorún orí ni gbogbó igboro kalé ilé (Los de todos los presentes en la casa)
Ibá é layén t’orún gbogbó Egún, gbogbowán olodó, lagbá lagbá, Araorún, otokú timbelayé, mbelése Olorún, Olodumare.
Kinkamashé - (Iyálorisha or Babálorisha)
Kinkamashé - (Oyugbona)
Kinkamashé - (Oriaté)
Kinkamashé - (Babalawó)
Kinkamashé (Cualquier Olorishas vivo de su linaje que queramos saludar o rezar por él)
Kinkamashé Orí Eledá emí naní - (Yo)
Kinkamashé gbogbó kalenú, igboró, aburó, ashíre, Oluwó, Iyalosha, Babalosha, kale ilé.
Significado de las palabras usadas en esta Moyugba:
Moyugba Saludo o rindo homenaje a
Olofín Dueño del Palacio
Olorún Dueño del cielo
Olodumare. Dueño de la vasta extensión del universo
Alabosudayé Los protectores globales de la tierra
Alabosunilé. Los protectores de la tierra
Alayé El primer ser viviente (Dios)
Elemí. El dueño del aliento
Ashedá y Akodá Los divinos mensajeros
Ayaí odún Los días pasados
Oní Odón El día presente
Odún olá Los días por venir, el futuro
Babá Padre
Iyá Madre
Yeyé Mamá
Ará Cuerpo; el planeta
Ilé El suelo que pisamos; la casa donde estamos
Con Agua fresca hago que sea el Camino fresco, la casa fresca,
inteligencia fresca, el dinero fresco, las manos frescas, fresca
sea la salud de nuestro padre (mayor).
Agua para los muertos, agua para la tierra que nos sustenta, agua
para el sol.
Gbogbowán olodó A quellos que partieron de nuestro camino y viven al borde del río (Los Olorishas fallecidos)
Araorún (Araonú) Ciudadanos del Cielo
Oluwó Sacerdote de Ifá
Iyalosha Madre de santo; sacerdotisa
Babalosha. Padre de santo; sacerdote
Omó kolagbá Alto sacerdote dotado y reconocido en todos los aspectos de la religión.
Mbelesé al pie de Ibá é layén t’orún (t’orún) Aquellos que han partido de la tierra al cielo (orún reré)
Alagbá lagbá Todos los ancianos, presentes o no (lit. un anciano entre ancianos)
Otokú. El o ella que falleció
Timbelayé. Firme en el otro mundo
Kinkamashé. La bendición
Ojigbona (Oyugbona) Asistente de la iniciación Iyá o Babálorisha
Oriaté El sacerdote de mayor rango que realiza las ceremonias
Emí naní. Yo; por mi mismo
Gbogbó kalenú Los presentes en la casa
Igboro Visitantes
Aburo (abure) Hermano o hermana
Ashiré Niño pequeño; otra acepción: que se monta o es caballo de los Orishas (persona que es posesionada por un Orisha)
Kalé ilé Todos los que estan en la casa
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