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jueves, 16 de junio de 2011

REFLEXINES DE LA VIDA



 
LA VOZ INTERIOR
Escucha Tu Voz Interior
No importa donde estés,
ni lo que te digan que debes hacer.
Siempre que tengas una duda,
descansa un momento y escucha
lo que te dice tu voz interior.
No te apresures en tu camino,
ni sigas los pasos de otros.
Siéntate y descansa un momento
y escucha tu voz interior.
Esta es la voz que te busca y guía
El mejor consejo que puedes escuchar
Trae pureza a tus sentimientos
y te da la libertad de ser realmente
La persona que quieres ser.
Recuerda: Todas las respuestas
que buscas las tienes encerradas
la tu limpia y pura voz interior.
Hacemos una vasija de un pedazo de
arcilla: y es el espacio vacío en
el interior de la vasija lo que
la hace útil. Hacemos puertas
y ventanas para una estancia;
y son esos espacios vacíos los
que la hacen habitable. Así, mientas
que lo tangible posee cualidades,
es lo intangible lo que lo hace útil.
El reflejo de nuestra belleza interior.
En nuestro interior tenemos espiritualidad, bondad y belleza…
la sentimos y vivimos día a día en lo más profundo de nuestro ser.
La belleza interna se da en quienes tengan los ojos y el corazón limpio, desalojando las preocupaciones para así poder abrir la belleza que se encuentra esparcida a nuestro alrededor.
No la perdamos, mantengamos siempre el animo, la serenidad y nuestra mente en calma y equilibrio.
NO CULPES A NADIE
Nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida. 
Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de
acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.
Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en
tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas ó malas
según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate
con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos,
y la prueba que has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso,ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso. 
Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú. 
No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente. 
Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a
los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos. 
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo,
reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo;
reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un
títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.
Tú eres la parte de la fuerza de la vida.
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete de una vez y triunfarás en la vida.
¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS FRACASADOS!
El Tren de la Vida
La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable. No obstante, esto no impide a que se suban otras personas que nos serán muy especiales.
Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros maravillosos amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje, y habrá otros que circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.
Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son tan queridos se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos, pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor.
Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos donde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia.
Creo que sí. Separarme de algunos amigos de los que me hice en el viaje será dolorido. Dejar a que mis hijos sigan solitos, será muy triste. Pero me afierro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.
Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valiosa.
Hagamos con que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

 
LA ALQUIMIA DE NUESTRO INTERIOR
Somos seres alquímicos y con un enorme caudal de potenciales en nuestro interior.
Si partimos de la idea de que durante el tiempo que estemos vivos tenemos la oportunidad (y casi diría que la obligación para con uno mismo) de convertir nuestro plomo interior en oro, el trayecto personal toma otro sentido y cobra la dimensión de algo digno de maravillar a quien lo recorre.
Ese plomo que asfixia nuestra creatividad, nos impide conseguir nuestras metas y nos fuerza a manipular a los demás para cubrir ese agujero tan hondo que parece no tener fin, puede convertirse en algo que nos lleve más allá, si somos capaces de mirarnos por dentro y reconocer eso que duele tanto que no toleramos y rechazamos en los demás.
El hecho de no conformarse con lo que hay en el presente (¿por qué quedarme en una pequeña parte de lo que soy, si yo soy mucho más que eso?), no es incompatible con el de aceptar todo lo que somos en este momento. Es más, este último, es un paso imprescindible para que se dé la alquimia de la que hablo: si no soy capaz de reconciliarme con mi pasado, con mis padres, con mis defectos, con mis limitaciones, con mis miedos, no voy a poder atravesarlos para llegar al otro lado, todo seguirá igual y yo en el mismo punto (o casi).
Somos una semilla, muchas semillas distintas, y en nosotros está elegir si las dejamos germinar en todo su esplendor, o las distintas posibilidades se quedan en eso: en algo que nunca llega a brotar. Continuando con este símil, es necesario romper el envoltorio para que surja la nueva energía que es impulsada a crecer y desarrollarse, y nuestro envoltorio está formado por pensamientos autóctonos que nos paralizan, nos critican, nos enfrentan a partes de nosotros mismos, nos castigan y nos envenenan. El reconocer esos pensamientos de los que ni siquiera somos conscientes y que, como si fuéramos marionetas, dominan nuestras acciones o provocan emociones de las que no nos podemos sustraer, es importante. Parar la cinta puede parecer tarea complicada, y ciertamente no es fácil hacer algo por primera vez,  pero tampoco es imposible. Como todo, requiere quererlo, quererlo, quererlo (la repetición no es un fallo del ordenador ni mío), constancia y práctica.
A mí me ha ayudado a conseguir detectar algunos de mis pensamientos con autonomía propia que se convierten en pautas autofrustrantes, cuestionarme y hacerme preguntas que me lleven más allá de donde me hallo.
No sé muy bien en qué puede consistir La Receta para cada cual, en mi viaje alquímico ha sido una poción hecha de: una sesión semanal (en ocasiones dos) durante cinco años asistiendo al consultorio de una psicóloga clínica (eso me ayudó a empezar a despertarme y a internalizar su voz haciéndome preguntas o cuestionándome desde fuera) + bastantes sesiones de terapia de regresiones + vivir situaciones que me llevaron al límite de mi capacidad de aguante y de sufrimiento + atreverme a romper con normativas impuestas que no me servían de nada, a pesar de la culpabilidad que ello me generaba (y según como y cuando, me sigue generando) + muchas sesiones de terapia floral acompañada de trabajo personal + ponerme a prueba para explorar si era capaz de ir más allá de mis miedos + enfrentarme a situaciones en las que mi fantasía era la muerte, cosa que me bloqueaba y me sumía en la parálisis del pánico (parece una exageración, pero hablar en público era impensable para mí hace algunos años y no hace tanto aún hay veces que he experimentado la sensación, justo antes de ponerme delante de un auditorio, de que era como ir al patíbulo, literalmente) + pasar por varias relaciones de pareja en las que mi dependencia tomaba el mando una y otra vez + equivocarme, errar y confundirme + convivir con mis inseguridades + ponerme una y otra vez enferma de los mismos síntomas + saber que tengo derecho a enfadarme cuando surge así y que eso es distinto de quedarse en el enfado como escudo ante el mundo (para ello no está más investigar de dónde viene y contra quién es el enfado permanente y puede ser casi tan antiguo como la vida de la persona) + NO QUERER SER PERFECTA (algo que estoy aprendiendo todavía a costa de pasar mucha ansiedad ante los retos) + llorar, llorar, llorar y llorar hasta conectar con la causa primera de ese dolor, que en realidad no tenía mucho que ver con la persona o la situación que fueron el detonante de tantas lágrimas en ese momento + multitud de pataletas inútiles que finalmente desembocaron en la rendición y en aflojar el control de lo que no dependía de mí por pura supervivencia + poco a poco ir honrando las distintas partes de mi padre y de mi madre que existen en mí ...
En ello sigo y seguiré mientras viva, pues si algo he aprendido es que LA PERFECCION NO ES DE ESTA TIERRA y que aquí y ahora La Perfección consiste en vivir con más plenitud, elegir con más libertad y ser más autosuficiente en todos los aspectos* ; saber disfrutar del presente sin ser perfecta y sin que las circunstancias lo sean, (una buena tarea que no sé si cumpliré mientras dure mi camino, pero no por ello voy a dejar de aspirar a conseguirlo).
Nuestro plomo en realidad es la simiente del oro que podemos ser y por tanto, sería una buena opción explorarlo y meterse en ello hasta las últimas consecuencias, para vivir mejor o al menos, con más completud, eso que somos en su totalidad.
LO MEJOR DE CADA UNO ESTA AUN POR DESCUBRIR Y LA BUSQUEDA NO DEBERIA ACABARSE MIENTRAS DURE LA VIDA.

5 comentarios:

  1. Hola! esta pagina la encontre casualmente, buscando imagenes y al entrar me encontre con esto... me encanto haber leido esto, fue una leccion de vida para mi!!! te agradezco por esas palabras porque me sirvieron muchisimo :)

    Gracias ! besos

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  2. Hola me alegra saber que mi pagina te allá gustado y sobre todo que te sirviera de mucho un saludo Maggy

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  3. Muchas gracias me encantarin las parábola, los mensajes....voy a tomarlos como una lección para enfrentar y asumir los retos q existen y q llegaran a mi vida.
    Gracias miles y bendiciones

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  4. Me dio mucho gusto encontrar ésta página agradezco infinitamente la narración de tu vivencia, he estado reacia y he culpado a mi actual esposo de mi situación, lo he tachado de flojo, inmaduro, vividor, estoy a punto de divorciarme no lo soporto. Ahora entiendo que debo perdonarme y vivir que ya es una gran bendición. Muchas gracias por compartir, bendiciones de todo corazón.

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    Respuestas
    1. Mis bendiciones vive la vida mirando hacia adelante lo que atrás queda déjalo aprende a quitar paginas de tu vida y sobre todo nunca culpes a nadie siempre busca en tu interior y reflexiona quedándote solo con lo bello que tengas un lindo día cargado de Amor Armonía Paz y Estabilidad maggy

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